Conjunto de Peña Lostroso Cantabria
- Llano43
- 18 jul 2018
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 22 feb 2019


Todos podemos disfrutar en Cantabria del conjunto de Peña Lostroso, ya que aún sin ser un yacimiento visitable (refiriéndonos a un arqueo-sitio como tal) podemos recorrerlo a píe. Desde Regio Cantabrorum y este blog te pedimos que respetes el yacimiento y su entorno, ya que es deber de todos mantener viva la historia de Cantabria.
Volviendo a la figura principal, y a diferencia del resto, se aprecia que la técnica utilizada en el labrado es mucho más variada y elaborada que en el resto. Y no solo esto ya que su tamaño, de 1,10 metros, y el pulido que sus creadores le aplicaron la hacen especial. Además, sobre el puñal tallado, realizaron una excelente labor al utilizar la técnica de bajo-relieve para darle mayor notoriedad. Rodeándolo, nos encontramos con un perímetro oval que tiene diferentes interpretaciones. Una de las más aceptadas es que se trate de un cinturón o sistema de fijación del puñal, si bien es cierto que existen otras (Bueno y otros, 2005: 597) que proponen que uno de los trazos descendentes sea un astil trasversal de enmangue del arma, con lo que esta dejaría de ser un puñal. Cronología y conclusiones.
Como bien comentábamos al inicio, el conjunto de Peña Lostroso podría perfectamente englobarse en una época entre el Calcolítico y el Bronce Pleno, si bien existen diferentes hipótesis. La falta ejemplos similares correlativos en el tiempo y la total ausencia de materiales arqueológicos en su entorno más inmediato (cerámicas, restos estructurales, herramientas, etc), hacen difícil la identificación de su arco temporal. Diferentes autores, lo ubican entre el V y el III milenio b.P. sin mayor precisión.Nuevamente, con más sombras que luces a este respecto, queda en el aire la interpretación del conjunto. Incluso de su figura principal, ya que no queda claro si sus creadores lo plasmaron haciendo alegoría a un objeto que denotaba un estatus o jerarquía diferenciador (todo apunta a que es posible), o era sencillamente una ilustración antropomorfa
Viajemos miles de años al Conjunto de Peña Lostroso
Conjunto de Peña Lostroso.
Arqueologia en Las Rozas de Valdearroyo. que hoy en día conocemos como la cabecera del rio Ebro, concretamente al Monte Hijedo. Tanto el paisaje, estructuras, arbolado, carreteras, y el mismísimo pantano desaparecen. Nos encontramos ante una época de cambio importantísimo, no solo en lo social sino en lo tecnológico. Dejamos atrás una cultura que, si bien es cierto ya había comenzado un cambio en su modo de vida y había perfeccionado la talla y confección de herramientas en piedra (Neolítico), pasa a utilizar técnicas más modernas y a trabajar los metales: Arranca el Calcolítico y por lo tanto la Edad del Metales.Y es aquí, en la citada cabecera del río Ebro y los municipios del Sur de Cantabria que la conforman, donde una sociedad comienza a plasmar en la fría roca sus inquietudes y tal vez creencias. Vestigios arqueológicos que nuevamente están posicionando el Monte Hijedo y su entorno donde siempre mereció. Grabados, estelas, ídolos y un largo etc que aun conociéndose desde hace décadas, es ahora cuando están adquiriendo la importancia que merecen. Una sociedad cubierta desde hace siglos por un frondoso bosque, lleno de vegetación que ha conservado en muchos casos su milenario encanto.
El conjunto de Peña Lostroso ha sido uno de esos tesoros que hasta no hace mucho tiempo estaba camuflado por una plantación de pino. Tallado sobre dos paredes verticales contiguas, orientadas ambas al Sur (Oeste y Este), a día de hoy se encuentra parcialmente despejado lo que hace fácil su observación. La primera documentación al respecto fue redactada (que no publicada) por el entonces médico y aficionado a la arqueología D. Ricardo García Diaz. Se trata de un documento redactado en Junio de 1935 que incluye una escueta descripción del lugar y un croquis con anotaciones e interpretaciones compartidas con Jesús Carballo (antiguo director del Museo de Prehistoria de Santander). Años más tarde, concretamente el 6 de Agosto de 1943, el lugar fue publicado en el periódico Alerta por Adolfo G. Fernández Castañeda, donde se incluía una foto general de las rocas y un dibujo con el motivo central del panel. Desde entonces hasta el año 1993 fue un conjunto del que prácticamente no se tuvo constancia, ni en lo arqueológico ni en lo social. Serían los miembros del dpto de Ciencias Históricas de la UNICAN, Luis Teira y Roberto Ontañon quienes basándose en informaciones del investigador Ramón Bohigas y Julian Macho (vecino de Reinosa) comenzarían un primer proyecto de documentación de los paneles, además de planear un primer proyecto de prospección arqueológica de toda la zona. En estos últimos años el descubridor de la estela de Salcedo y aficionado la arqueología, Ernesto Rodrigo, y el grupo al que pertenece (Petroglífos en Valderredible), están realizando una increíble labor tanto en el descubrimiento de nuevos vestigios como en reactivación del interés arqueológico en la zona. Ejemplo claro de que tanto profesionales como grupos sociales tienen un peso importantísimo en la puesta en valor del patrimonio regional.Como veremos a continuación, el conjunto de Peña Lostroso es uno de los mejores exponentes arqueológicos de la región. Un yacimiento que sin contener ningún otro vestigio material más allá de sus figuras, escribió hace miles de años su nombre con letras mayúsculas para todos nosotros.
Bibliografía: "Después de Altamira - Arte y grafismo rupestre post-paleolítico en Cantabria" (Editorial ACANTO)Agradecimientos: Ernesto Rodrigo Gutierrez / Palmira Incera
Nos encontramos ante dos grupos de figuras labradas en la roca, concretamente 22, distribuidas en paredes contiguas orientadas al SW y al SSE. Cabe destacar entre todas ellas la de mayor tamaño, en la que se aprecia un puñal y diferentes símbolos con diversas interpretaciones. El panel de la pared SW (azul en la imagen) ocupa unos 3,75 metros de largo, y contiene 13 de los 22 elementos totales. Observamos formas en U invertida que comparten sus líneas verticales en su gran mayoría, cuyo tamaño oscila entre los 60-80 cms de largo y 20-50 cm de largo.Ya en la pared SSE nos encontramos con las 9 figuras restantes, incluyéndose aquí la que representa el puñal y que se interpreta como la principal. Cabe destacar que el nivel de erosión de este conjunto (en verde en la imagen) es mucho mayor que el anterior, sobre todo debido al desconchado de la pared. Como se puede apreciar, la altura respecto al suelo de este panel es mucho mayor debido sobre todo a que se ha intentado buscar otros grabados o vestigios por debajo del nivel del suelo actual, con lo que se ha rebajado sustancialmente.
Volviendo a la figura principal, y a diferencia del resto, se aprecia que la técnica utilizada en el labrado es mucho más variada y elaborada que en el resto. Y no solo esto ya que su tamaño, de 1,10 metros, y el pulido que sus creadores le aplicaron la hacen especial. Además, sobre el puñal tallado, realizaron una excelente labor al utilizar la técnica de bajo-relieve para darle mayor notoriedad. Rodeándolo, nos encontramos con un perímetro oval que tiene diferentes interpretaciones. Una de las más aceptadas es que se trate de un cinturón o sistema de fijación del puñal, si bien es cierto que existen otras (Bueno y otros, 2005: 597) que proponen que uno de los trazos descendentes sea un astil trasversal de enmangue del arma, con lo que esta dejaría de ser un puñal. Cronología y conclusiones.Como bien comentábamos al inicio, el conjunto de Peña Lostroso podría perfectamente englobarse en una época entre el Calcolítico y el Bronce Pleno, si bien existen diferentes hipótesis. La falta ejemplos similares correlativos en el tiempo y la total ausencia de materiales arqueológicos en su entorno más inmediato (cerámicas, restos estructurales, herramientas, etc), hacen difícil la identificación de su arco temporal. Diferentes autores, lo ubican entre el V y el III milenio b.P. sin mayor precisión.Nuevamente, con más sombras que luces a este respecto, queda en el aire la interpretación del conjunto. Incluso de su figura principal, ya que no queda claro si sus creadores lo plasmaron haciendo alegoría a un objeto que denotaba un estatus o jerarquía diferenciador (todo apunta a que es posible), o era sencillamente una ilustración antropomorfa con carácter abstracto.
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