El Valle de Miera es un valle natural en Cantabria por el que discurre el río Miera. Constituye parte de la comarca y es el más angosto de los valles de Cantabria, en España.
Sus pendientes son acusadas y las altitudes elevadas. Su montaña más alta es el Castro Valnera, a 1707 msnm. En su morfología destacan sus rocas areniscas y calizas y el amplio desarrollo de depósitos originados por antiguas morrenas de glaciares en su parte alta. La morfología kárstica y glaciar está ampliamente representada. No obstante, las características de un valle glaciar han sido modificadas en algunos puntos por el carácter torrencial del río Miera en su cabecera.
Valle que comprende los tramos alto y medio de la cuenca del Miera, de orografía muy accidentada y escasa población. Aunque este valle constituye una entidad geográfica bien delimitada, desde el punto de vista histórico nunca fue una unidad, lo que se refleja en las delimitaciones municipales y comarcales: la parte alta del valle se reparte entre los municipios de Soba y Ruesga, de la comarca del Asón, y San Roque de Riomiera, de la comarca pasiega; la parte baja del valle forma parte de la comarca de Trasmiera, con los municipios de Miera y, parcialmente, Liérganes y Riotuerto.
Esta zona dio bastantes emigrantes a Andalucía y a las Indias. Es cuna de indianos ilustres como Juan de la Cuesta Mercadillo que fue el constructor del palacio de La Rañada en Liérganes, Ramón Pelayo de la Torriente (marqués de Valdecilla) que en el primer tercio del siglo XX promovió en la región y otros puntos de España importantes obras, vinculadas principalmente a la educación y a la sanidad. A este último mecenas se le considera vinculado a la Masonería, aunque no es habitual encontrar esta cita en los trabajos historiográficos.